derechos son universales e igualitarios, pero el capitalismo construyó un mundo con
grandes diferencias y exclusiones. La pervivencia de tan nefasto sistema se basa además
en la ignorancia de los oprimidos y desposeídos. Decía un antiguo proverbio hindú: si
dos reinos están en guerra y uno de ellos no lo sabe, el otro lleva todas las de ganar.
Pues bien, otra raíz del mal que padecemos es la ignorancia de las víctimas del sistema.
La masa de los desposeídos no sabe o no quiere saber lo que es la lucha de clases. No
sabe o no quiere saber la fuerza formidable que posee, y les da apoyo electoral, poder
político, a sus enemigos de clase, a los políticos lacayos de la clase dominante, que
defienden los intereses de los explotadores. El poder del mundo pertenece a los gigantes
de las finanzas, de la banca, del capital… son los mercaderes, el único personal al que
Jesús expulsó del Templo, a los que acusó de haberlo convertido en una cueva de
ladrones. Hoy la cueva de ladrones abarca todo el planeta, pues a los pueblos les falta la
decisión y lucidez para desembarazarse de tan indigno personal.
Desde las Comunidades de Cristianos de Base de Gijón llamamos la atención pública
de nuestro país sobre el hecho de que la corrupción que denuncian los famosos Papeles
de Pandora sólo es posible cuando el pueblo, o una parte importante de él, se deja
seducir por políticos que protegen la propiedad de los explotadores, que hacen recortes
en la sanidad y la enseñanza, que privatizan la propiedad y las empresas públicas, que
siempre consideran inoportuno cualquier aumento de los salarios, que venden a fondos
buitre las viviendas sociales municipales, que se les llena la boca de hablar sobre la
unidad de España pero su proyecto es privatizarla y apropiársela, que se oponen a la
renovación del poder judicial para proteger a sus corruptos… El pueblo que no sabe
defender sus derechos se convierte en el arquitecto de su propia desgracia.
COMUNIDADES DE
CRISTIANOS DE BASE
DE GIJON-ASTURIAS
Octubre de 2021